Fue fundada inicialmente por 134 socios en la añada del 1964.

La Bodega de Quemada se unía al nuevo impulso de la viticultura de aquellos años.

Llegaron los tiempos de la Denominación de Origen y comercializaron sus vinos a las nuevas bodegas que nacían en el entorno.

Hoy, sus 150 socios, han dado el paso al embotellado y desde el año 2000, lanzan al mercado vinos tintos y rosados Roquesán y blancos Quebillo.

El 60% de nuestro viñedo es centenario y el 40% restante, más joven, por lo que podemos afirmar que BODEGAS ROQUESÁN posee unos de los viñedos prefiloxéricos, más viejos de toda la Ribera del Duero.

Las uvas con las que elaboramos nuestros vinos proceden integramente de las 260 hectáreas de viñedo propio.

El 90 % de nuestro viñedo está plantado en vaso, de esta forma, las viñas crecen de manera natural, el otro 10% está plantado en espaldera. Nuestro viñedo no está plantado de manera extensiva sino en pagos, propiedad de cada uno de nuestros socios, que nos condicionan la forma de trabajar en la viña hacia unas prácticas artesanales sin mecanización.

El equipo de la bodega, trabaja en el viñedo durante todo el año para conseguir los bajos rendimientos de nuestra materia prima.

Con el mosto obtenido de las uvas procedentes de nuestros viejos viñedos propios, con una alta concentración y unos rendimientos bajos; condición indispensable para la obtención de vinos de alta calidad, BODEGAS ROQUESÁN elabora, embotella y comercializa vinos blancos bajo la marca QUEBILLO, y vinos Rosados y Tintos bajo la marca ROQUESÁN.